Pensamientos en voz alta…

Está bueno encontrar el amor la noche que menos anticipas.

De la persona que menos esperas.

Sin expectativas te entregaste a un beso diciendo es temporal.

Sin embargo de golpe y porrazo te viste perdida en su mirada.

Te sentiste segura en ese abrazo.

Dijiste que era algo ocasional, te cansaste de repetirlo y sin embargo incluso aún negándolo lo elegiste todos los días.

Aprendiste a amar sus cicatrices, te amigaste con sus vicios, construiste un puente mientras te mentías diciendo que estabas huyendo.

Incluso probaste extrañarlo, sentirlo lejos, vivir sin él.

Pero para ambos fue difícil. Llegar a casa y no tenerse para contarse el día, cantar PRI para lavar y no cocinar, decidir el menú, los masajes , los mimos, los amaneceres.

Decías que era rutina, pero la verdad es que cada día no había rutina,sino un nuevo plan. La misma emoción de la primera cita.

Lo que te enamoró fue su risa en consonancia con la tuya,porque vos sabés muy bien que cuando él ríe lo hace de felicidad. Y que vos tenés mucho que ver en esa sonrisa.

Porque vos conoces sus logros y sus derrotas y porque nadie lo conoce como vos.

Porque nadie sabe la felicidad que él te provoca , la alegría que es despertar a su lado.

Nadie sabe cómo te mira ni cómo te apoya cada vez que intentas caer.

Porque aunque a veces resulte difícil los dos entendieron que no se trata de coincidir al 100%.

Sino de acompañar el camino personal que los convierte en mejores personas.

De eso se trata el amor , de construcción, de elegirse cada día. De no dejar que la vida nos pase por encima , de reconocerse en otros ojos, de desear el bien , de ser felices. De amarnos para poder amar.

De sonreír sin sentido como un loco cuando vas en el colectivo.

De códigos, de sensaciones, de cuidarnos y evitarnos todo mal.

Si de casualidad encontrás el amor cuando menos lo esperas, cuídalo, no es fácil coincidir en un mundo lleno de individualismos.

Elegí amar.